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Los impuestos a lo largo de la historia

Los impuestos han evolucionado a lo largo del tiempo hasta ser lo que conocemos hoy. Descubre este interesante recorrido histórico con CertificadoElectronico.es

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Última revisión

12 Jul, 2023
María Dolores Cuesta López

Categoría

Billetes antiguos - impuestos - CertificadoElectronico.es

Los impuestos nunca han sido lo que conocemos hoy en día. ¿Cómo han evolucionado a lo largo de la Historia? “No hay nada cierto salvo los impuestos y la muerte”. Esta frase se le atribuye al político y científico estadounidense Benjamin Franklin el siglo XVIII, y la verdad es que inevitablemente todos nos hemos cruzado alguna vez con alguno, ya sea directa o indirectamente. Pero ¿Sabemos realmente qué son? ¿De dónde proceden y como han evolucionado a lo largo de la historia? Acompáñanos en este apasionante viaje por el mundo de los tributos.

¿Qué son los impuestos?

Los impuestos son cargas que los ciudadanos están obligados a aportar como consecuencia de determinados hechos, actos o negocios, sin que exista una contraprestación directa por su pago. Son necesarios para sostener el Estado del Bienestar, ofreciendo beneficios indirectos al conjunto de los ciudadanos, financiando mediante los mismos actividades, programas, servicios, pago de las nóminas de aquellas personas que trabajan en el sector público o la construcción de infraestructuras.

Tipos de impuestos

Los impuestos pueden ser de diversos tipos, pero la clasificación más conocida y utilizada es la que distingue entre impuestos directos e impuestos indirectos.

  •  Son impuestos directos los que se aplican sobre una manifestación directa de la capacidad económica: la posesión de un patrimonio y la obtención de una renta.
  • Son impuestos indirectos, por el contrario, los que se aplican sobre una manifestación indirecta de la capacidad económica: la circulación de la riqueza, bien por actos de consumo o bien por actos de transmisión.

En definitiva, los impuestos directos gravan la riqueza en sí misma, mientras que los indirectos gravan la utilización de esa riqueza.

¿Quién debe pagar impuestos?

El artículo 31 de la Constitución Española dice que: “Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio”.

Este artículo quiere decir que mediante el principio de igualdad los ciudadanos con igual capacidad económica han de pagar la misma cantidad de impuestos. Así, la Constitución determina que quienes más dinero tengan aporten más, y esto se establece mediante el principio de progresividad. Finalmente, establece un tope a la cantidad que debe aportar cada ciudadano, introduciendo la limitación confiscatoria.

El origen de los impuestos

El origen podemos encontrarlo en el Antiguo Egipto, ya que el primer sistema de impuestos conocidos datas entre los años 3.000 y 2.800 A.C.
En Egipto, una forma común de tributar era por medio del trabajo físico (prestación personal), por ejemplo mediante la construcción de las Pirámides. También se encuentran inscripciones sobre declaración de impuestos mediante animales, frutos del campo y bienes similares.

Peso Antiguo Egipto - impuestos - CertificadoElectronico.es

Posteriormente Grecia, que estaba organizada como múltiples Estados en un territorio disperso, termina creando una Hacienda Pública elemental que se encargaba de la recaudación de los tributos. A pesar de todo, no era un sistema tributario consolidado ni obtenía grandes cantidades. El pago de impuestos era algo circunstancial para cubrir ciertos gastos estatales.

Poco a poco, los ciudadanos griegos sintieron que los tributos esporádicos no bastaban para atender todos los gastos colectivos. Los ciudadanos griegos cada vez demandaban mejores bienes y servicios colectivos para cultos, fiestas, limpieza o calles, así que establecieron un sistema de impuestos indirectos, gravando los gastos y consumos familiares. La relación entre ingresos y gastos públicos aparecía de este modo por primera vez.

Finalmente, el Imperio Romano también implantó un sistema fiscal en el que los ciudadanos tenían la obligación de pagar impuestos al Estado. Roma como conquistadora y gobernadora de pueblos determinará algunos de los rasgos más característicos y constantes de su Hacienda Pública.

Comenzaron estableciendo tributos del 1% que en épocas de guerra o dificultades se incrementaba hasta el 3%. Conforme fue avanzando el Imperio y se consiguió generar más riqueza, el sistema tributario fue reforzado.

Fueron muchos los tributos que estableció Roma. Sobre las ciudades pesó un impuesto territorial que se repartía en proporción al valor de los bienes inmuebles. Determinadas provincias recaudaban los diezmos o décimas partes de los frutos de la tierra y enviaban su importe a Roma, que centralizaba toda la recaudación.

Los tributos en España

El punto de inicio del actual sistema tributario español lo encontramos en 1845, cuando se unificó la fiscalidad de todo el territorio nacional y se simplificó el cuadro de impuestos existentes, dando mucha más importancia a los impuestos directos que a los indirectos.

En 1900, se establecieron impuestos que gravaban rentas del trabajo, del capital y mixtas. En 1940, tras la finalización de la Guerra Civil se procedió a elevar los tipos impositivos de un modo generalizado, aunque no tuvo un efecto en las arcas públicas gravemente mermadas por los efectos de la guerra.Finalmente, la actual estructura del sistema fiscal del Estado procede del año 1977, tras las Elecciones Generales de España de 1977, se modernizó y armonizó el sistema fiscal español, integrándose finalmente en el marco europeo con la entrada de España en 1982.

Siendo los principales impuestos que podemos encontrar en España a día de hoy los siguientes:

  • IRPF
  • IRNR
  • Sociedades
  • IVA
  • Impuestos Especiales sobre alcohol, tabaco o hidrocarburos
  • Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP y AJD)

En la actualidad, en plena era digital, donde todos los trámites son electrónicos, primando la creación de grandes bases de datos y archivos digitales, en los que todos nos establecemos metas y horizontes que eliminen el uso del papel y donde las identidades digitales han adquirido una importancia nunca antes imaginable, los tributos no han sido ajenos a esta revolución, influyendo tanto a la declaración como a la recaudación de los mismos.

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María Dolores Cuesta López
Abogada en ejercicio durante 24 años.

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