Las facturas son un documento mercantil que contiene los datos de una operación comercial. En España existen diversos tipos de facturas pero con funciones distintas. Te contamos cuáles son.
Toda empresa, pyme o autónomo debe saber los diferentes tipos de facturas que existen en el mundo empresarial, pues éstas sirven para cobrar sus productos, emitir el valor de sus servicios, realizar correcciones de facturas anteriores o para agrupar facturas en cierto periodo de tiempo.
¿Cuántos tipos de facturas hay?
Hay una gran variedad de facturas dependiendo del tipo de información que contengan, su validez legal o el medio por el que se emitan. En este artículo te contamos los tipos de facturas que se utilizan en España. ¡Sigue leyendo!
Factura simplificada (ticket)
Desde que se aprobó el reglamento de facturación en diciembre de 2012, la factura simplificada es el típico ticket que suele entregarse al realizar una compra. Las facturas simplificadas no contienen los datos del destinatario (domicilio y NIF) y no aparece desglosado el IVA, sino que simplemente aparece la indicación «IVA incluido».
De acuerdo con la Agencia Tributaria, una factura simplificada se puede emitir en los siguientes casos:
- Siempre que el importe no exceda los 400 euros, IVA incluido.
- Si el importe no excede los 3.000 euros, IVA incluido y se trate de las siguientes operaciones: venta al por menor, servicios a domicilio, hostelería, belleza, utilización de instalaciones deportivas, aparcamientos y autopistas de peaje; servicios fotográficos y de vídeo.
- Si se trata de una factura rectificativa.
Factura ordinaria y completa
La factura ordinaria, también denominada factura completa, tiene como objetivo establecer todos los datos de la operación comercial, tanto si se trata de la prestación de un servicio como de la venta de un producto. Este tipo de facturas son esenciales en la labor profesional de un autónomo, pyme, o de cualquier empresa.
Una factura ordinaria o completa debe tener una serie de informaciones detalladas como:
- Número de factura y, en su caso, serie.
- Fecha de expedición.
- Nombre y apellidos, razón o denominación social completa, tanto del emisor como del destinatario.
- Número de Identificación Fiscal.
- Descripción de la operación llevada a cabo.
- Tipo impositivo del IVA.
- Porcentaje de retención del IRPF.
- Cuota tributaria.
- Importe total a pagar.
- Fecha en que se haya producido la operación de que se trate.
Duplicado y copia de factura
Si bien pueden sonar parecidos el duplicado y la copia de una factura, en realidad son distintos uno del otro. Un duplicado de una factura es un documento idéntico a la factura original, que se emite cuando existen varios destinatarios o cuando se produce la pérdida de la factura original. En este caso, es obligatorio detallar que se trata de un duplicado, ya que si aparece la factura original puede provocar confusión.
Mientras que la copia de una factura contiene los mismos datos que la factura original pero se diferencia en que tiene que venir especificada la expresión «Copia». De esta manera, es posible diferenciar entre ambas. El emisor de la factura original se queda con la copia, y la original es la que se queda el cliente.
Factura proforma
Esta es una factura que se entrega al cliente para indicarle una oferta comercial o presupuesto. Es decir, le muestra los datos de una futura operación. Ésta puede considerarse como una factura provisional o informativa, sin validez fiscal ni efectos contables.
Pero puede tener validez jurídica si existe algún problema de pago con un cliente que alega falta de acuerdo, la factura proforma es un documento que acredita una actividad previa de acuerdo o de información.
Factura rectificativa
Las facturas rectificativas se utilizan para hacer la corrección de algún dato que esté mal expresado en la factura original emitida al cliente. También puede utilizarse para complementar información como, por ejemplo, modificaciones en las cuotas impositivas.
Las facturas rectificativas son muy comunes para realizar cambios en los datos que aparecen en la factura, como por ejemplo el NIF, la descripción de operaciones, entre otros ítems.
Factura recapitulativa
Esta factura es muy útil para agilizar el proceso de facturación. Se realiza para agrupar en un único documento las operaciones de compra/venta con un mismo cliente, que se hayan celebrado en el mismo mes natural y que correspondan a un mismo periodo.
Por ejemplo, si has emitido varias facturas ordinarias a un cliente, dentro de un mismo mes, puedes realizar una factura recapitulativa que muestre toda la información de esas facturas. Pero debes tener en cuenta que esta factura recapitulativa sustituirá a las anteriores (ordinarias), por lo tanto, las sustituidas deben declararse nulas.
Factura electrónica
En el caso de las facturas electrónicas son semejantes a la factura ordinaria hecha en papel, y tienen la misma consideración legal. La única diferencia es la forma de transmisión, ya que la factura electrónica, como su nombre lo llama, se emite por medios electrónicos y telemáticos.
Para que una factura electrónica sea válida, debe contener los campos obligatorios exigibles que una factura de papel. Además, debe ser transmitida de un dispositivo electrónico a otro con el consentimiento de ambas partes; aunque no es necesario que incluya una firma electrónica (pero sí que es una práctica recomendable).
Esperamos que esta información te sea útil para tus operaciones mercantiles. Recuerda que puedes hacer tus trámites mucho más rápido y fácil por vía telemática, solamente disponiendo de un certificado digital que acredite tu identidad ante las sedes electrónicas de las administraciones públicas o ante la firma de facturas electrónicas, en este caso.
Consíguelo fácil y rápido en CertificadoElectronico.es, te lo entregan en el mismo día y, si lo necesitas, te ayudarán a instalarlo en tus dispositivos.
