Saber los gastos que puedes deducirte en tu empresa es necesario para tener la mayor rentabilidad, tanto en el Impuesto de Sociedades (Modelo 200 anual) como en la salud financiera de la sociedad. En este artículo te vamos a explicar qué son los gastos deducibles en una empresa, los requisitos ineludibles y te expondremos cuáles son los gastos deducibles y cuáles no para las empresas.
¿Qué son los gastos deducibles en una empresa?
Los gastos deducibles en una empresa son todos aquellos que pueden ser restados de los ingresos brutos para obtener con más precisión las ganancias reales de la empresa en la base imponible del Impuesto de Sociedades. No todos los gastos que se tienen son deducibles, sino son aquellos que tengan relación directa con la actividad de la empresa.
Requisitos para que los gastos de una empresa sean deducibles
Tal y como te hemos comentado en el apartado anterior, no todos los gastos son deducibles y siempre tienen que tener relación directa con la actividad de la empresa. Este es el principal requisito. A continuación, te expondremos otros requisitos importantes para que los gastos de una empresa sean deducibles:
- El gasto debe estar debidamente justificado con facturas o recibos y los pagos realizados desde la sociedad, bien mediante transferencia bancaria o con la tarjeta de débito/crédito de la empresa.
- Tienes que tener un registro contable exhaustivo de todo lo concerniente a la empresa y su actividad.
¿Qué gastos son deducibles para empresas?
Como ya hemos mencionado, los gastos deducibles son cruciales para calcular la base imponible del Impuesto de Sociedades, y, en consecuencia, determinar los impuestos a pagar.
En este apartado te vamos a contar de forma detallada qué gastos son deducibles para empresas:
Gastos de Personal. Corresponde con todo lo relativo a los costes que te supongan las personas que tienes dada de alta en la empresa. Incluye:
- Sueldos y salarios, tanto de la mensualidad como de pagas extraordinarias, dietas y pagos en especie.
- Cotizaciones a la Seguridad Social a cargo de la empresa.
- Indemnizaciones por despido. Depende de cómo se haya producido el despido, este puede ser deducible.
- Formación: Toda la formación que realicen los trabajadores por parte de la empresa, se consideran deducibles.
Consumos de explotación. Estos gastos están directamente relacionados con el proceso productivo o la adquisición de materias primas y otros consumibles necesarios para la venta de productos y servicios relacionados con la actividad económica de la empresa.
Arrendamientos y Cánones. Son los costes necesarios para que la actividad de la empresa se desarrolle. Incluye:
- Alquiler de Locales y Oficinas, para llevar a cabo la actividad económica.
- Arrendamiento de Maquinaria y Equipos: Corresponde con toda la maquinaria necesaria para el desarrollo de la actividad.
Servicios de profesionales independientes. Los servicios contratados a terceros también son deducibles. Algunos son:
- Asesores, abogados, notarios, auditores, y personal autónomo contratado.
Otros servicios exteriores:
- Agua, Electricidad y Gas.
- Servicios de internet, teléfono y similares.
- Investigación y desarrollo.
- Publicidad y Promoción de la empresa o de los servicios/productos que vende en su actividad económica.
- Hardware y software como, por ejemplo, la creación o mantenimiento de página web de la empresa.
- Transporte: Tanto la contratación de externos para la distribución de los productos como a los medios de transporte pertenecientes a la empresa como, por ejemplo, facturas de gasolina. En este caso, la Agencia Tributaria está mirando con lupa todos los gastos deducibles que se incluyen.
Amortizaciones del inmovilizado: Desgaste de equipos, maquinaria, propiedades, entre otros.
Pérdidas por insolvencia del deudor. En este caso, corresponde con los impagos que se producen por parte del cliente si está declarado en concurso de acreedores o similares.
Gastos Financieros. Estos son los gastos que te cobra el banco, tales como comisiones y recargos o intereses por aplazamientos y fraccionamientos de deudas. Si además tienes préstamos concedidos por parte del banco a nombre de la empresa, los intereses de los mismos podrán ser deducidos.
Tributos fiscalmente deducibles como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles o el Impuesto de Actividades Económicas.
Otros gastos deducibles. Que tengan relación con la actividad empresarial como:
- Adquisición de libros o revistas.
- Cuotas de asociaciones empresariales.
- Cursos, conferencias y congresos.
- Pólizas de seguros.
¿Qué gastos no son deducibles para empresas?
Ya que sabemos qué gastos son deducibles para las empresas, vamos a ver qué gastos no son deducibles, aunque tengan relación directa con la actividad.
- Multas y Sanciones: Como las multas de circulación, de aparcamiento, recargos de apremio, sanciones por presentar impuestos fuera de plazo, en periodo ejecutivo, etc.
- Donativos y Regalos: Si no están relacionados con la actividad económica de la empresa.
Servicios correspondientes a operaciones realizadas, directa o indirectamente, con personas o entidades residentes en países o territorios calificados como paraísos fiscales.
Para concluir, te recomendamos que cuentes con un colaborador social (gestores y asesores) si no tienes conocimientos en esta materia ya que de no realizar correctamente tus obligaciones fiscales te puedes encontrar con multas y sanciones que, además, no serán deducibles. Y para hacer cualquier gestión online con tu certificado digital, cuenta con CertificadoElectronico.es