Perder una pensión es algo que toda persona que la recibe quiere evitar. Por eso, te contaremos cuáles son las razones por las que puede perderse una. En España todas las personas que han cotizado lo suficiente por rendimientos de su trabajo a la Seguridad Social contarán con una pensión vitalicia desde el momento de su jubilación. Y quienes no hayan aportado lo suficiente durante su vida laboral no quedan totalmente desamparados, ya que tienen derecho al cobro de una pensión de modalidad no contributiva.
De este modo, prácticamente todos los ciudadanos tienen garantizada una paga del Estado para hacer frente a sus gastos una vez dejen de trabajar. Pero lo que muchos desconocen es que existen algunos motivos para perder una pensión no contributiva. Y es que si no se cumplen con ciertos requisitos u obligaciones, los beneficiarios de estas pagas podrían dejar de percibirlas. Así que hoy vamos a detallar cuáles son esos motivos que pueden conllevar la pérdida de la pensión.
¿Cuáles son los motivos para perder una pensión no contributiva?
Si has llegado hasta aquí preguntándote cómo se puede perder una pensión de viudedad o la de jubilación, vamos a aclarar todas las dudas que puedes tener. Lo cierto es que resulta más simple de lo que cabría pensar llegar a perder el derecho a estas pagas. Sin embargo, en la mayoría de casos basta con un sencillo procedimiento para volver a recibir el cobro de la pensión.
Ya sea porque te preguntes cómo se puede perder una pensión de viudedad o cualquier otra paga de tipo no contributivo, a continuación repasamos cuáles son los motivos que pueden provocarlo.
Los ingresos
El primer motivo por el que se puede perder una pensión no contributiva tiene que ver con los ingresos. Estas pensiones están diseñadas para ayudar a las personas con menos ingresos, por lo que si se supera el máximo marcado para ello se dejará de percibir la paga.
En la actualidad, en 2023, el límite está en los 6.784,54 euros para los beneficiarios que vivan solos. Una cantidad que aumenta hasta los 11.533,72 euros para las familias de dos convivientes.
Quienes reciban una pensión de este tipo deben declarar los ingresos de toda la unidad de convivencia durante el primer trimestre de cada año. En caso de no hacerlo o de superar el umbral marcado como máximo, el resultado será la pérdida de la pensión.
Cambios en la situación personal
También puede perderse el derecho a cobrar esta paga por cambios en la situación personal del pensionista. Estos pueden ser relativos a la unidad de convivencia, su lugar de residencia o el estado civil. En caso de producirse algún cambio, este debe ser notificado a la Seguridad Social.
Irregularidades detectadas
El último motivo por el que se puede dejar de cobrar la pensión tiene que ver con posibles irregularidades. Si la Seguridad Social sospecha sobre la posibilidad de que existan irregularidades puede realizar una investigación y suspender la pensión, ya sea de la Seguridad Social o del Imserso, si se descubren datos que el beneficiario no ha notificado.
¿Cómo recuperar la pensión?
Ahora que conoces los motivos para perder una pensión no contributiva, lo más normal es que te preguntes si se trata de una pérdida irrevocable. Lo cierto es que este tipo de pagas no pueden ser retiradas de manera definitiva en la mayoría de los casos. Esto quiere decir que lo más frecuente es que los motivos que hemos contado anteriormente lleven a su suspensión.
De este modo, es posible volver a cobrar la pensión siempre que el beneficiario acredite que vuelve a cumplir todos los requisitos para ello. En la mayoría de casos bastará con recurrir a la sede electrónica de la Seguridad Social para hacerlo. De hecho, se trata de un procedimiento bastante simple si cuentas con un certificado digital.
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