Con el avance tecnológico que estamos experimentando en las últimas décadas, las ciberestafas se han convertido en una realidad preocupante de nuestros días.
El auge que vivimos de realizar las operaciones y comunicaciones online, nos expone a las tácticas cada vez más sofisticadas por parte de los ciberestafadores, atacando nuestra cuenta corriente, nuestros datos personales e, incluso, nuestras emociones.
En este artículo te vamos a contar qué son las ciberestafas, cuáles son las más comunes y te expondremos diez consejos para evitar que seas víctima de estas actividades maliciosas.
Qué son las ciberestafas
Las ciberestafas son actividades fraudulentas llevadas a cabo a través de los medios tecnológicos. Como hemos indicado al inicio de este artículo, los ciberestafadores se las ingenian para engañar de diversas formas a las personas, aprovechándose de la confianza y la ignorancia de sus víctimas para extraer información personal y confidencial como detalles de las cuentas bancarias, tarjetas de débito y crédito, contraseñas, o, en otros casos, manipulando a través de las emociones para que les envíen dinero.
Pasra proteger tu identidad digital, es fundamental que te identifiques en sedes electrónicas con certificado digital. Es la forma más segura de realizar gestiones ante la administración pública.
Las ciberestafas más comunes
Entre las ciberestafas más comunes que afectan a usuarios de internet de todo el mundo, se encuentran:
- Phishing: A través de correos electrónicos, mensajes de texto o llamadas telefónicas como, por ejemplo, en las que te indican que pertenecen a compañías telefónicas o eléctricas y te hacen una oferta jugosa para que cambies de compañía y que le facilites datos confidenciales y personales.
- Soporte técnico: Por el que los ciberestafadores se hacen pasar por técnicos de soporte informático de empresas altamente conocidas indicándote que hay un problema ficticio en tu ordenador y necesitan que les des acceso para solucionarlo.
- Emocionales: Los ciberestafadores crean perfiles falsos en aplicaciones de citas o redes sociales para iniciar una relación emocional falsa y, una vez conseguida tu confianza, pedirte ayuda financiera.
- Ransomware: Son virus informáticos que se distribuyen a través de enlaces o archivos maliciosos como, por ejemplo, haciéndose pasar por una notificación de la Agencia Tributaria. Una vez que los abres, cifra los archivos que contengas en tu ordenador y se exige un rescate financiero para desbloquearlos o los perderás.
- Inversiones: Contactan a través de correos electrónicos ofreciéndote operaciones de inversiones con riesgo bajo y un beneficio elevado.
- Premios: Contactan informándote de que has ganado un premio de la lotería o un sorteo y que, para recibir el importe total, tienes que realizar un pago para desbloquear los fondos a recibir.
- Empleo: Te remiten ofertas de trabajo inexistentes requiriendo que los candidatos que se van a incorporar en su nuevo puesto, paguen formación o equipamiento.
- Caridad: A través de cualquier medio tecnológico, te solicitan donaciones para los afectados por desastres naturales.
- Skimming: Por el que los ciberestafadores instalan en cajeros automáticos o terminales de punto de venta unos dispositivos con los que copian información de tu tarjeta de crédito o débito.
- Transferencias bancarias: Acceden a la cuenta de correo electrónico de empresas, modificando los números de cuenta corriente de las facturas para que realices los pagos sin advertir que la transferencia bancaria no va a llegar al destino que creías.
10 consejos para evitar ciberestafas
Una vez que ya sabemos las diferentes ciberestafas con las que te puedes encontrar en la actualidad, te ofrecemos 10 consejos para evitarlas:
- Usa contraseñas que se consideren “fuertes” por su complejidad y no las repitas en más de un sitio.
- Ten actualizado tanto tu sistema operativo, como programas y aplicaciones para protegerte contra vulnerabilidades de seguridad.
- Usa antivirus y antimalware en tus dispositivos.
- Desconfía de los correos electrónicos desconocidos y no abras enlaces o descargues archivos.
- Añade una capa adicional de seguridad a tus cuentas activando la autenticación de dos factores, es decir, la combinación de usuario y contraseña que usamos para acceder a redes sociales, bancos, etc.
- No hagas uso de redes wi-fi públicas para realizar operaciones bancarias.
- Asegúrate de que la página web use “https” y la imagen de un candado cerrado, ya que te asegura de que existe una conexión segura y encriptada.
- Revisa con regularidad tus cuentas bancarias por si detectas alguna actividad sospechosa.
- Realiza copias de seguridad con regularidad para evitar pérdidas en el caso de ser víctima de un ataque cibernético.
- Comunícate con tu entorno para estar al día de las ciberestafas que van surgiendo y así estar en alerta por si te ocurre.
Recuerda que todos estamos expuestos a sufrir ciberestafas, pero depende de cada uno estar en alerta y ponérselo difícil a los estafadores.
